¿HAGAMOS UN ASADO?

“La Falta de Seriedad en los Compromisos: Más Allá de la Palabra”

Por Arnaldo Canales Benítez

Director Ejecutivo Fundación Liderazgo Chile (FLICH).
Impulsor de la Ley de Educación Emocional en Chile.
Magister en Educación emocional y Máster en neurociencia aplicada

En estas fechas de celebraciones en Chile, se vuelve nuevamente hacer recurrente algo que todos los chilenos hemos vivido, que los compromisos pactados muchas veces, solo son una buena declaración de intención pero que nunca se logran y hablan de un trasfondo que hoy en día habla de la forma en que en Chile se observa la palabra empeñada. Si bien esto no es un tema solo e Chile y pasa en América, las palabras a menudo son la moneda de cambio en nuestras relaciones y acuerdos cotidianos. Sin embargo, es lamentable que, con demasiada frecuencia hoy en Chile, estas palabras parecen perder su valor y significado. Las frases como “nos vemos”, “en eso quedamos”, “te llamo”, “nos coordinamos” y “luego lo vemos” son solo algunas de las expresiones que revelan una realidad incómoda: la falta de seriedad en los compromisos pactados.

Las Promesas en el Viento

Cuando alguien dice “nos vemos”, ¿cuántas veces realmente se concreta ese encuentro? En una sociedad en la que la puntualidad es valorada y los compromisos son esenciales para construir relaciones sólidas, estas palabras deberían llevar consigo un peso significativo. Sin embargo, a menudo son más como promesas lanzadas al viento, destinadas a evaporarse en el aire, sobre todo que ya tenemos una crisis de confianza como sociedad, que esto pase con los amigos y familia, nos da otra mirada a la falta de compromisos.

En este sentido, podríamos decir que estamos en una nueva Cultura de la Postergación, es decir esta falta de cumplimiento de los compromisos no es simplemente una cuestión de descuido. En muchos casos, refleja una cultura de la postergación y la falta de involucramiento emocional en las relaciones y compromisos. Decir “te llamo” y nunca hacerlo muestra una falta de interés real en mantener esa conexión. “En eso quedamos” se convierte en una forma educada de evitar el compromiso real. ¿Por qué nos cuesta tanto decir lo que realmente pensamos y sentir lo que decimos los chilenos? Tenemos una culpa de tratar de quedar bien con una frase de buena crianza, pero que esconde la incapacidad de ser asertivos y directos, y eso cuesta por que creemos que nos indispondremos con las personas.

El Impacto Emocional

Esta falta de seriedad en los compromisos no solo afecta a nuestras relaciones y la confianza en la sociedad, sino que también tiene un impacto emocional profundo. Cuando las palabras se vuelven huecas y las promesas vacías, se erosionan los lazos emocionales. Por eso perdemos la confianza, es solo pensar en lo que hoy vive Chile, no creemos en la política, en la iglesia, en las fuerzas armadas, desconfiamos de todos en las calles, nos sentimos inseguros y esa misma sensación de que las personas no cumplen sus compromisos puede llevar a la decepción, la frustración y la desconfianza. Y cuando nuestras emociones están en juego, el resultado puede ser una sociedad menos unida y más distante. Pero lo mas grave es que cada vez nos sentimos mas solos. Donde sin duda la soledad es la otra pandemia que ya nos comienza a carcomer el alma.

La pregunta seria entonces ¿y qué hacemos? La solución a esta problemática no es simplemente dejar de decir estas frases vacías, sino revalorizar la importancia de las palabras y comprometerse emocionalmente en lo que decimos. Comprometernos a ser más conscientes de nuestras palabras y a cumplir lo que prometemos puede ayudar a restaurar la confianza en nuestras relaciones y en la sociedad en su conjunto. Además, al ser más sinceros y comprometidos emocionalmente, podemos construir relaciones más fuertes y significativas. En mejor decir NO quiero, NO puedo, que engañarnos y hacernos zancadillas, por ser políticamente correcto

Chile cumple 50 años del golpe, Chile celebra un 18 más, no será hora entonces de reflexionar sobre la seriedad de nuestros compromisos verbales y emocionales. Las palabras deben significar algo, y los compromisos deben ser cumplidos. Solo entonces podremos construir una sociedad más sólida y relaciones más auténticas. Que dirás entonces ¿Hacemos un asado?